Santo del día

San Miguel, Arcángel, protector de la fe y la Iglesia, lucha contra el mal y es invocado en oración desde Dante hasta León XIII, quien escribió su famosa oración tras ver una visión de demonios.

San Miguel Arcángel: Guerrero celestial y protector de la Iglesia

Hoy, 29 de septiembre, la Iglesia celebra a San Miguel Arcángel, figura central en la tradición bíblica y en la devoción popular. Su nombre, que significa “¿Quién como Dios?”, se menciona cinco veces en la Sagrada Escritura y simboliza la defensa del bien frente al mal. Según la tradición, Miguel es el comandante del ejército celestial, aquel que enfrenta a los ángeles rebeldes, como se relata en el Apocalipsis 12,7-8, y protege la fe y la Iglesia.

Su figura también aparece en la literatura, como en la Divina Comedia de Dante Alighieri. En el Canto XIII del Purgatorio, las almas de los envidiosos invocan a Miguel junto a la Virgen y a los Santos, subrayando su poder de intercesión y su presencia constante como defensor espiritual. Dante describe la lucha celestial entre Miguel y Lucifer, resaltando la autoridad del Arcángel sobre las fuerzas del mal.

San Miguel ha inspirado devociones y monumentos en todo el mundo, desde catedrales y monasterios hasta montañas y cuevas dedicadas a él. En Roma, su estatua sobre el Castillo del Sant’Angelo recuerda su papel protector, especialmente en episodios históricos como la peste que asoló la ciudad.

Un hecho destacado de la historia moderna se remonta al 13 de octubre de 1884, cuando el Papa León XIII, tras celebrar misa, tuvo una visión de legiones demoníacas atacando a la Iglesia y escribió la oración al Arcángel Miguel, destinada a invocar su protección. Aunque con el tiempo cayó en desuso, San Juan Pablo II la recordó en 1994, invitando a recitarla para fortalecer la fe y resistir las fuerzas del mal.

La celebración de San Miguel Arcángel sigue siendo un llamado a la vigilancia espiritual, a la oración y al reconocimiento de su papel como defensor del bien en la tradición cristiana.