Santo del día

Santa Eufemia, mártir en Calcedonia durante la persecución de Diocleciano, sufrió torturas y murió en el 303. En su basílica se celebró el Concilio de Calcedonia (451-452).

Santa Eufemia, mártir de Calcedonia y testigo de la fe

Calcedonia, Turquía — La Iglesia recuerda hoy a Santa Eufemia, mártir de Calcedonia, quien entregó su vida por la fe en Cristo durante la persecución del emperador Diocleciano a comienzos del siglo IV. Según la tradición, la joven cristiana fue arrestada por orden del procónsul Prisco y sometida a crueles torturas por negarse a renunciar a su fe. Finalmente, fue martirizada en el año 303, convirtiéndose en un ejemplo de fidelidad y valentía.

La memoria de Eufemia trascendió más allá de su martirio. En Calcedonia se erigió una basílica en su honor, que siglos más tarde se convirtió en escenario de uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la Iglesia: el Concilio Ecuménico de Calcedonia (451-452). Allí, los obispos reunidos proclamaron con solemnidad la doctrina de la doble naturaleza de Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, reafirmando la fe cristiana frente a las herejías de la época.

El testimonio de Santa Eufemia continúa inspirando a generaciones de creyentes, recordando la fuerza de la fe frente a la persecución y el papel de los mártires en la construcción de la tradición cristiana. Su nombre permanece ligado no solo al sacrificio personal, sino también a la unidad doctrinal de la Iglesia.