Santo del día

Hoy la Iglesia recuerda a Zacarías, profeta de esperanza, y a Onesíforo, discípulo de Pablo, modelos de fe, fidelidad y servicio en tiempos difíciles.

El Santo del día: Zacarías, profeta, y Onesíforo, discípulo de San Pablo

Santo Domingo.– La Iglesia recuerda hoy a dos figuras que dejaron huella en la historia de la fe: el profeta Zacarías y el discípulo Onesíforo, ambos modelos de esperanza y fidelidad en contextos difíciles.

Zacarías, uno de los doce profetas menores, inició su ministerio hacia el año 520 a.C., en el período de la reconstrucción del Templo de Jerusalén tras el exilio en Babilonia. Sus mensajes, cargados de imágenes, visiones y parábolas, llamaron al pueblo a la conversión y a la esperanza en el cumplimiento de las promesas divinas. Considerado entre los más citados en la Sagrada Escritura después de Isaías, Zacarías anunció un futuro de salvación y preparó el camino hacia la plenitud de la fe mesiánica.

Por su parte, Onesíforo es recordado como un fiel discípulo de San Pablo. Según la segunda carta a Timoteo, lo acompañó en la misión evangelizadora y le brindó consuelo mientras el apóstol se encontraba prisionero en Roma (2 Tim 1,16-18). La tradición afirma que fue bautizado por el mismo Pablo, posteriormente designado obispo, y finalmente martirizado junto a Porfirio. Su vida es evocada como testimonio de servicio, lealtad y valentía cristiana frente a la persecución.

La celebración de estos santos pone de relieve la continuidad de la misión en la Iglesia: Zacarías, como profeta que mantuvo encendida la esperanza en tiempos de prueba; y Onesíforo, como discípulo que encarnó la caridad y el apoyo fraterno en momentos de persecución. Sus ejemplos iluminan hoy el camino de fe, invitando a vivir con fidelidad, confianza en las promesas de Dios y compromiso con el servicio al prójimo.