Salmo del día
- La Vega en Acción
- 28 jun
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El alma de María proclama la grandeza de Dios por su misericordia y obras poderosas. Él exalta a los humildes, sacia a los hambrientos y cumple su promesa a Israel. La fidelidad divina perdura por generaciones.

Salmo: Lc 1, 46-50.53-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
Porque ha mirado la humillación de su esclava,
desde ahora me felicitarán todas las generaciones.
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo.
Y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación:
a los hambrientos los colma de bienes,
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo,
acordándose de la misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.











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