Salmo del día

El salmo proclama la grandeza del Señor, cuyo reinado es eterno y justo. Sus fieles anuncian sus obras y confían en su bondad. Dios está cerca de quienes lo invocan con sinceridad.

Salmo Responsorial – Salmo 144, 10-18

℟. Tus santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.

Este salmo es un canto de alabanza y reconocimiento a la grandeza, justicia y bondad de Dios. El salmista invita a toda la creación a dar gracias al Señor y a proclamar la gloria de su reinado eterno. Es una exaltación de la majestad divina, pero también una afirmación de su cercanía y ternura hacia los que lo buscan con sinceridad.

Cada versículo nos recuerda que el reino de Dios no tiene fin, y que su poder se manifiesta no en la fuerza, sino en la misericordia. Dios gobierna con justicia, pero su justicia está llena de compasión; es un rey que escucha, que sostiene y que se acerca a los humildes.

El salmo también subraya la importancia del testimonio: los fieles —“tus santos”— proclaman con su vida las hazañas del Señor. No se trata solo de palabras, sino de una fe viva que comunica esperanza.

Finalmente, la promesa es clara y consoladora: “Cerca está el Señor de los que lo invocan sinceramente”. Es un llamado a la confianza, a buscar a Dios desde el corazón y a reconocer que su presencia transforma toda realidad humana en motivo de alabanza.