Salmo del día
- La Vega en Accion
- 10 oct
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El salmo proclama la justicia y el poder de Dios, que defiende al justo y castiga al malvado. Él reina eternamente y gobierna a las naciones con rectitud.

Reflexión del Salmo Responsorial (Sal 9, 2-3.6.16.8-9)
℟. El Señor juzgará el orbe con justicia.
Este salmo es un canto de confianza y gratitud al Dios justo, al Señor que gobierna el mundo con rectitud y no permite que la maldad triunfe para siempre. El salmista proclama su alegría y gratitud, no porque la vida esté libre de dificultades, sino porque ha experimentado la fidelidad de Dios que interviene en favor de los oprimidos y pone fin a la arrogancia de los impíos.
La justicia divina se presenta aquí como una fuerza que revela la verdad de las acciones humanas: los pueblos injustos caen en las mismas trampas que tendieron, y los que obran el mal terminan siendo víctimas de su propia violencia. Es una invitación a confiar en que, aunque parezca que la injusticia domina, Dios sigue sentado en su trono, vigilante y soberano, conduciendo la historia hacia su propósito de paz y equidad.
“El Señor juzgará el orbe con justicia” no es una amenaza, sino una promesa de esperanza para quienes buscan la verdad. Es la certeza de que cada obra, palabra e intención será medida con la vara de la misericordia y la verdad de Dios.
Este salmo nos anima a vivir con un corazón agradecido, a reconocer las maravillas divinas en nuestra historia personal y colectiva, y a mantenernos firmes en la fe: el Señor reina y su justicia prevalecerá, incluso cuando el mal parezca más fuerte.
Que nuestra oración hoy sea de confianza:
“Señor, enséñanos a vivir con rectitud,
a confiar en tu justicia,
y a proclamar tus maravillas con alegría y gratitud.”











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