Salmo de hoy

Un salmo de confianza proclamado en Jerusalén recordó que la salvación viene de Dios. La comunidad celebró su fidelidad con gozo y gratitud.

Sal 12, 6ab.6cd

℟. Desbordo de gozo con el Señor

Jerusalén: un canto de confianza y gratitud al Señor

Jerusalén.– En el marco de la liturgia, la comunidad creyente ha proclamado un salmo de profundo gozo y esperanza en el Señor. El himno, atribuido al rey David, expresa la certeza de que la misericordia divina es fuente de salvación y motivo de alegría para el pueblo.

El estribillo central, “Desbordo de gozo con el Señor”, fue repetido como respuesta comunitaria, subrayando el carácter participativo de la oración. Los fieles recordaron que la confianza en Dios se convierte en la fuerza que sostiene en medio de las pruebas: “Porque yo confío en tu misericordia: mi alma gozará con tu salvación”.

El salmo concluyó con un tono de gratitud, al reconocer las obras y bondades recibidas de Dios: “Y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho”. Con estas palabras, la asamblea celebró no solo la fe individual, sino también la experiencia compartida de un pueblo que encuentra en el Señor la razón de su alegría y de su esperanza.

El canto, que forma parte de la liturgia de este día, ha sido considerado un recordatorio de que la salvación no depende de las propias fuerzas, sino de la fidelidad de Dios, que actúa en la historia y en la vida de cada creyente.