Salmo de hoy

El salmo proclama la victoria y justicia del Señor, recordando su fidelidad a Israel. Toda la tierra lo aclama con cantos, instrumentos y trompetas.

Salmo 97 (2-6) • “El Señor da a conocer su victoria”

El salmo resuena como un canto de júbilo universal: el Señor se manifiesta no solo a Israel, sino a todas las naciones. Su victoria no es fruto de la fuerza humana, sino expresión de su misericordia y fidelidad. Quien ha sido fiel a su pueblo, ahora se muestra ante “los confines de la tierra”, revelando que su justicia es para todos.

El salmista invita a una liturgia cósmica: no basta la voz humana, sino que los instrumentos, las trompetas y la música deben unirse a la aclamación. El tono es festivo, triunfal, propio de una celebración en la que se reconoce a Dios como Rey y Señor.

Más que una victoria bélica, se trata del triunfo del amor divino, de la salvación que se extiende más allá de las fronteras, convirtiéndose en motivo de esperanza y alegría. La tierra entera está llamada a aclamar, vitorear y cantar, porque Dios reina con justicia y fidelidad eternas.