Salmo de hoy
- La Vega en Accion
- 5 ago
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El salmo clama por la misericordia de Dios, reconociendo el pecado y la culpa. Pide un corazón puro y un espíritu renovado, rogando no ser apartado del amor divino ni perder el Espíritu Santo. Una súplica profunda de perdón y renovación espiritual.

Salmo Responsorial
Sal 50, 3-6.12-13
℟. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa.
Lava del todo mi delito, limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio resultarás inocente.
Oh Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.











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