¿Por qué algunos platos dominicanos cambian de nombre según la región?
- La Vega en Accion
- 30 sept
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En República Dominicana, un mismo plato puede tener distintos nombres según la región: chacá o maíz caquia´o, yaroa o papa suprema, habichuelas o frijoles, chivo guisado o liniero. La cocina refleja tradiciones y fusiones culturales.

La gastronomía dominicana y la diversidad de nombres de los platos
La gastronomía dominicana es un reflejo de la historia y la diversidad cultural del país, donde conviven sabores ancestrales, influencias extranjeras y tradiciones transmitidas de generación en generación. Sin embargo, más allá de las recetas, un fenómeno que revela la riqueza cultural es la variación de nombres que recibe un mismo plato según la región.
Un ejemplo emblemático es el chacá o maíz caquia’o, un postre de maíz, leche y especias. Mientras en el sur del país se le llama chacá, en el norte y el Cibao recibe el nombre de maíz caquia’o, y en zonas urbanas se le conoce como maíz con dulce. Otro caso similar es el de la arepa o torta de maíz, de origen canario, que se ha adaptado regionalmente a distintas preparaciones y costumbres locales.
La comida rápida también refleja esta diversidad. La famosa yaroa, nacida en Santiago, se prepara con papas fritas o plátano maduro, carne, queso, kétchup y mayonesa, mientras que la papa suprema se hace únicamente con papas fritas y complementos como tocineta o cebollín.
Incluso los ingredientes básicos tienen diferencias de denominación: las habichuelas, llamadas así en gran parte del país, se conocen como frijoles en el Cibao, afectando el nombre de platos tradicionales como el moro, que allí se llama moro de frijoles.
El chivo guisado es otro ejemplo de matices regionales. En el noroeste, especialmente en Monte Cristi y Dajabón, se le denomina chivo liniero, destacando la carne local alimentada con hierbas silvestres que le dan un sabor particular.
Asimismo, las arepitas y torrejas, aunque similares, tienen diferencias: las arepitas son pequeños bocados fritos de harina de maíz, generalmente salados, mientras que las torrejas suelen ser dulces, hechas con pan o masa empapada en leche y huevo y fritas en almíbar. En algunas regiones, el término arepitas también se aplica a las torrejas de berenjena, mostrando la flexibilidad lingüística en la cocina popular.
Según el investigador Gabriel Atiles Bidó, estas diferencias surgen de la adaptación regional a los ingredientes disponibles, la ecología, la historia de migraciones y la influencia de comunidades extranjeras. Por ejemplo, San Pedro de Macorís refleja la influencia libanesa y cocola, Puerto Plata la judía y Constanza y Jarabacoa la migración japonesa, mientras que en general predominan raíces españolas, africanas y ancestrales.
Aunque los medios de comunicación, la migración interna y el comercio han homogenizado la gastronomía, la cocina rural mantiene prácticas tradicionales, como el uso de leña, tapar o envolver con hojas y combinar sazones naturales, preservando así la identidad regional de los nombres y preparaciones.
Como concluye Atiles Bidó, la cocina dominicana es un crisol de fusiones, donde los nombres de los platos no solo identifican lo que se come, sino que resguardan la memoria y la identidad cultural de cada región del país.
Ortiz Güichardo, L. (2025, septiembre 30). ¿Por qué algunos platos dominicanos cambian de nombre según la región? Diario Libre. https://www.diariolibre.com/revista/cultura/2025/09/30/por-que-platos-dominicanos-cambian-de-nombre-por-region/3250762











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