Evangelio
- La Vega en Accion
- 4 sept
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Jesús llamó a Simón Pedro, Santiago y Juan tras la pesca milagrosa en el lago de Genesaret, invitándolos a ser “pescadores de hombres.

“Serás pescador de hombres”: la llamada de Jesús a sus primeros discípulos
Lago de Genesaret.– Una multitud se congregó a la orilla del lago para escuchar a Jesús de Nazaret. En medio del gentío, el maestro subió a la barca de Simón Pedro y, desde allí, enseñó la palabra de Dios. Tras concluir su predicación, le pidió al pescador que remara mar adentro y echara las redes, a pesar de que él y sus compañeros habían trabajado toda la noche sin éxito.
Confiando en la palabra de Jesús, Pedro obedeció. El resultado fue una pesca tan abundante que las redes casi se rompían y las barcas estuvieron a punto de hundirse. Ante aquel signo extraordinario, Pedro se postró y exclamó: “Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador”.
El asombro se apoderó de todos los presentes, incluidos Santiago y Juan, hijos de Zebedeo. Fue entonces cuando Jesús pronunció la frase que marcaría un antes y un después: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”.
Los pescadores llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, siguieron a Jesús. Aquel día, en las aguas del Genesaret, comenzó la misión de quienes más tarde serían conocidos como los primeros apóstoles.











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